Juan Ingaramo
Cordobés, hijo mayor de una familia de músicos, se enamoró de la batería a los 11 años. Mudado a Buenos Aires a los 20 para seguir estudiando, lanzó su primer EP en el 2012 y desde entonces nunca paró de trabajar. Su estilo mutó del indie rock al urbano, incorporó elementos de la nueva generación latina, y nominado a un Grammy Latino como Mejor artista nuevo (2019) se convirtió en un ícono que marca tendencias y que le habla a públicos muy diversos.